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Un grupo de niños de primaria de un colegio de Zaragoza crean una protectora virtual de animales

Doce niños de la clase de cuarto de Primaria de un pequeño pueblo de Zaragoza, crearon "El Cuarto Hocico", Protectora Virtual de Animales, y consiguieron contagiar a miles de personas y remover conciencias y ahora presentan el libro contando su historia

Jueves, 12 de diciembre de 2013

Pocas veces se da a los niños la posibilidad de expresarse ante la sociedad para dar una nueva visión de las cosas. No es frecuente que la escuela les ofrezca mostrar su pensamiento y aplicar su creatividad para mejorar un mundo siempre regido por los adultos. Pero cuando los niños se unen y deciden actuar, el sentido de la educación cambia.

En la clase de cuarto de Primaria de un pequeño pueblo de Zaragoza, 12 niños crearon "El Cuarto Hocico", Protectora Virtual de Animales Dirigida por Niños (VER BLOG), y consiguieron contagiar a miles de personas y remover conciencias logrando que se mire a los animales con respeto. La clave de este proyecto está en hacer que los niños sean los protagonistas, que sean ellos los agentes del cambio.

El próximo 14 de diciembre presentan en Madrid (VER INVITACIÓN) un libro en el que cuentan sus experiencia, prologado por la Dra. Jane Goodall, famosa primatóloga defensora  de los derechos de los animales, se puede leer cómo empezó esta iniciativa, quiénes son los protagonistas, cómo unos niños pueden cambiar las cosas, cómo estimular la curiosidad, de qué manera se puede aprender a hablar en público para defender tus  argumentos...

A través de sus páginas, el lector podrá ver cómo se ha trabajado la educación en valores, haciendo de la empatía una herramienta diaria, y de qué manera unos niños se han convertido en personas que buscan la justicia. Con opiniones de los padres, de maestros que estuvieron con ellos y de personas del mundo de la cultura, este libro recoge el concepto de educación desde múltiples enfoques.

Los miembros de El Cuarto Hocico - escribe la Dra. Goodall- proporcionan un ejemplo perfecto de cómo los niños, una vez que conocen los problemas y se les ofrece la posibilidad de actuar, se remangan la camisa entusiasmados por arreglar las cosas.